Columna de opinión de la gerente general de Clínica Imet, Nicole Torres, publicada en el diario El Pingüino.
«Lo único que les pedimos es que sigan viniendo», fue uno de los comentarios durante el Operativo Médico que Clínica Imet realizó en Puerto Natales, instancia en la que llevamos a un grupo de especialistas para atender a las personas que no tienen las facilidades para viajar hasta Punta Arenas.
La actividad, calificada como todo un éxito, principalmente por la buena recepción de los natalinos, resultó para Clínica Imet una instancia de aprendizaje, en la que recogimos las inquietudes y necesidades que no teníamos contempladas.
“Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”, es la frase para describir el paternalismo del despotismo ilustrado, concepto político surgido en Europa durante la segunda mitad del siglo XVIII, donde las decisiones eran tomadas por la elite gobernante, pero sin la intervención de los ciudadanos. Pese a que han pasado tres siglos desde ese entonces, lo cierto es que las políticas públicas y/o actividades que son pensadas para beneficio de los ciudadanos, muchas veces se toman en base a gráficos, estadísticas y plantillas Excel, olvidando en ocasiones el factor más importante y determinante: el factor humano.
En una sociedad hiperconectada y con toneladas de información, pareciera que todos tienen algo que decir y hay una ansiedad generalizada por hablar y dar el punto de vista propio. La escritora estadounidense Julia Cameron, intenta romper con esa tendencia en “El arte de escuchar”, su más reciente libro que nos invita a poner atención a lo que nos quiere decir nuestro entorno.
Tomando la perspectiva de Cameron, lo vivido en Puerto Natales lo queremos tomar como esa invitación a escuchar “lo que nos quiere decir nuestro entorno”, ya que lo que haga una empresa privada o una institución pública, debe realizarse siempre escuchando a las personas y haciéndolas partícipes, porque son finalmente ellas las que nos pueden mostrar ese punto de vista que en ocasiones no alcanzamos a ver.
«Gracias a ustedes, no se pierdan», fue otro comentario que nos llamó la atención. Ese “no se pierdan”, nos quedó dando vueltas, ya que se podía entender como un “vuelvan pronto”, pero también como un “van bien encaminados, pero no desvíen el camino”. En Clínica imet creemos firmemente que el trabajo que hacemos es por y para los magallánicos y son finalmente ellos los que nos van señalando el camino que debemos recorrer para estar más cerca y entregar salud de calidad en el momento y el lugar oportuno.