Columna de opinión de la gerente general de Clínica Imet, Nicole Torres, publicada en el diario El Pingüino.
“Estudios han demostrado que las personas que cuentan con el apoyo de familiares, amigos y su comunidad son más felices, tienen menos problemas de salud y viven más tiempo”, decía en 2010 una investigación de la Universidad de Harvard.
Puede ser que hace una década la salud mental y las relaciones interpersonales no eran tomadas tan en cuenta por la sociedad, por lo que el estudio de la prestigiosa universidad estadounidense seguramente tuvo alguna repercusión sólo en el ámbito académico y de la psiquiatría; sin embargo, la pandemia nos vino a demostrar que la salud mental va en directa relación con la calidad de los vínculos y relaciones sociales. El no tenerlos o estar privados de ellos por largos periodos de tiempo, como por ejemplo, en confinamientos prolongados como las cuarentenas, tiene consecuencias que afectan y deterioran la salud mental. Así lo dejó de manifiesto hace un par de semanas el Ministerio de Salud, que informó que hubo un alza del 89% en el consumo de fármacos de salud mental, quedando en segundo lugar a nivel nacional.
La tarea de construir vínculos fuertes es vital en una comunidad que aspira a ser sana, colaborativa y humana, pero el compromiso y responsabilidad social no sólo debe venir desde el ciudadano de a pie o del Estado, sino que también de la empresa privada.
En un país como Chile, donde el acceso a la salud no es igual para todos y donde el tiempo en las listas de espera y consultas de especialidad han aumentado en casi un 40% en los últimos años, es crucial que el sector privado entienda que tiene una responsabilidad con la comunidad, más aún en zonas extremas como la Región de Magallanes, donde los recursos del gobierno central no siempre son suficientes.
En Clínica Imet entendemos que como prestadores de servicios de salud tenemos una responsabilidad de acercarnos a los lugares más alejados de la región, por lo que hace un tiempo venimos generando alianzas con gobiernos locales para que los habitantes que no viven en la capital magallánica, puedan acceder a una salud de calidad y oportuna.
Un ejemplo de esto son los diversos convenios ya suscritos por Clínica Imet con varios de los municipios de la región, con el objeto de otorgar acceso a la salud; así como también los beneficios de traslado (pasajes gratuitos) para los habitantes de Porvenir, Laguna Blanca y Puerto Natales, que les permite mitigar el costo de exámenes de resonancia magnética y tomografía; además de los operativos médicos programados para este 2023, comenzando por el que acabamos de realizar este fin de semana en Puerto Natales, donde un grupo de nuestros especialistas viajó para realizar consultas médicas a los natalinos, con el objetivo de generar vínculos fuertes y duraderos con la comunidad, que vayan en beneficio de la salud física y mental de los magallánicos.
Así, hemos querido llevar a la práctica lo que hace una década postulaba la investigación de la Universidad de Harvard: “Las personas que cuentan con el apoyo de familiares, amigos y su comunidad son más felices, tienen menos problemas de salud y viven más tiempo”.